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DORSALGIA

Es el dolor en la zona de la columna llamada dorsal, entre la zona cervical y lumbar de la espalda.Normalmente la dorsalgia es causada por malas posturas.

El dolor se puede sentir en un lado de la espalda, o ser bilateral.

Esta dolencia que afecta a más de la mitad de la población adulta, se puede dividir en dos tipos:

 

Dorsalgia rígida: que suele ocurrir en personas mayores y con artrosis.

Dorsalgia flexible: en espaldas con poca curvatura o insuficiencia ligamento-musculares.

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Por otro lado, se puede distinguir entre dorsalgia mecánica, cuyos dolores son más intensos de día y durante las actividades, y la dorsalgia inflamatoria, cuyos dolores son más fuertes al final del día o de la noche y disminuyen con los primeros movimientos de la mañana.

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Además, se puede consideras que la dorsalgia es crónica cuando los dolores persisten más de tres meses.

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Síntomas de la Dorsalgia

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  • Se puede identificar una dorsalgia por un dolor agudo en la zona superior de la espalda, entre los omoplatos. Suele doler más a última hora del día, incluso estando en reposo. Además, el paciente suele sentir alivio cuando presiona la zona con fuerza.

  • No obstante, se recomienda acudir al médico cuanto antes y en el caso de la dorsalgia se extienda durante un largo periodo de tiempo. Ya que los síntomas pueden esconder a veces otras patologías más graves como cáncer o neumonía.

 

Normalmente la dorsalgia no tiene una única causa, sino que es la suma de varias causas. Algunas de ellas pueden ser:

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  • Malas posturas durante un período largo de tiempo.

  • Por exposición al frío.

  • Estrés continuado y la somatización emocional.

  • Deformidades existentes (escoliosis, dorso excesivamente plano).

  • Puntos gatillos miofasciales a nivel dorsal.

  • Enfermedades autoinmunes, como la espondilitis anquilosante o la artritis reumatoide).

  • Hernias discales o procesos degenerativos discales.

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Diagnóstico de la dorsalgia

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  • Se debe proceder a una exploración física para evaluar la musculatura, huesos y movilidad de la columna. Con esta exploración, además de descartar enfermedades más graves, se determinará en qué región se encuentra la contractura.

  • También se recomienda realizar una radiografía para evaluar el estado de los huesos de la columna vertebral, las eventuales deformidades cifóticas o dorso plano, una escoliosis o evaluar las articulaciones intervertebrales así como los discos y cuerpos vertebrales.

  • En casos más graves de dorsalgias, se pueden requerir otras pruebas como resonancia magnética y TAC, en el caso de que exista alguna sospecha de hernia de disco, o los rayos X por posibles fracturas o anomalías congénitas en los huesos.

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